sábado, 24 de enero de 2009

Apples and Oranges


Con motivo de la reciente investidura de Obama como presidente de los EEUU, se ha hablado mucho los últimos días sobre la particular relación que tienen los estadounidenses con dios y la religión. Se ha dicho que, si así son las cosas en dicho país -y, en particular, que si tal es su "sana" relación con las cuestiones que atañen a lo religioso-, ¿por qué en México seguimos con una visión "arcaica" o "preliberal" acerca de la relación iglesia-estado. Yo creo, sinceramente, que la comparación no es correcta, lo cual, por otro lado, no significa negar que se trata de una asignatura que tenemos pendiente. Con motivo de ello puse en un blog amigo el siguiente mensaje:

Creo que la relación iglesia-religión-estado es tan compleja y que su fisonomía concreta depende de tantas circunstancias particulares -i.e., históricas, culturales, sociales, etc.-, que una comparación que se haga entre México y EEUU tomando en cuenta una única línea de análisis acerca de este tema correrá el riesgo de dejar muchas cosas en el tintero y de obscurecer más que de arrojar luz.

No dudo de que en México tenemos pendiente analizar algunas cuestiones relevantes sobre el tema (se me ocurre el problema de los derechos políticos de los sacerdotes), pero poner como ejemplo las veces que Obama pronunció la palabra "dios" en un acto de investidura de ese tipo o el hecho de que los que ocupan un cargo público en ese país deben jurar ante la biblia como, el modo “correcto” de pensar en la relación entre iglesia y estado hay mucho trecho. En primer lugar, los estadounidenses llevan haciendo ese tipo de menciones a dios (a cualquier dios y no a un dios católico o protestante) desde hace años. En segundo lugar, ¿a qué nos lleva aceptar el argumento que ahí se nos propone? ¿A permitir que en las iglesias se hable de política?

No, Estados Unidos será lo que sea, Obama podrá ser el gran político que todos esperamos pero, en este caso, el ejemplo propuesto (mirar a los EEUU) no es el mejor para orientar la práctica correcta de la relación entre iglesia y estado en México o en cualquier otro país.

2 comentarios:

Geraldina GV dijo...

En realidad se trata de diferentes modelos de relaciones Estado-Iglesia. En México se optó primero por un modelo totalmente negativo que cancela toda relación del Estado con la Iglesia, lo que en términos prácticos también cancelaba libertades religiosas. Gracias a la reforma de los noventa, las libertades religiosas han podido irse expandiendo y ejerciendo. México es tradicionalmente un Estado Laico, significa que hay una separación total entre Estado e Iglesia y ninguna relación de cooperación.
Por su parte Estados Unidos tiene, desde su fundación, un modelo acomodacionista, que se trata (como siempre en ese país) de una modelo pragmático, es decir, dependiendo de la situación el Estado coopera con la Iglesia.
En el modelo seguido por EEUU el estado adopta la postura de neutralidad pero no tiene problemas a la hora de reconocer la importancia de la religión como parte de la cultura nacional o
local.
La no identificación al 100% y la identificación al 100% sería los valores absolutos, pero no siempre ésta correlación significa que no haya libertad religiosa, como ejemplo Reino Unido, en donde la Reina es la cabeza de la Iglesia anglicana...

En fin, que lo que quiero decir es que se trata converger la historia de cada estado, la cultura de esa sociedad y la libertad religiosa.
Lo intolerante de Calderón no es que haya acogido una religión como Presidente, sino que además discriminó a lo que el llama "familias no tradicionales" y por más disculpas que pida, lo dicho dicho está.

Quizá te interesa leer sobre estos modelo googlea:
TWO DIFFERENT APPROACHES IN CONSTITUTIONAL INTERPRETATION WITH SPECIAL FOCUS IN RELIGIOUS FREEDOM. A COMPARATIVE STUDY BETWEEN GERMANY AND THE UNITED STATES.

Saludos,

Leopoldo Gama dijo...

Hola,

Sí, efectivamente, se pueden trazar (y se han trazado) diferentes modos de concebir las relaciones entre estado e iglesia que implican, sin duda, formas diversas de configurar la libertad de creencias y la libertad religiosa. Creo que todo análisis que arroje más luz sobre el asunto es bienvenido. Lo que ahora está sucediendo en México (y que preocupa a muchos de los que nos consideramos liberales) es que, al parecer, nos estamos moviendo hacia un esquema más “tolerante” con la presencia de la religión en la vida pública lo que trae como resultado que quien se oponga será visto casi con toda seguridad como un intransigente… ahora, alguien puede ver en esto un signo de evolución de un país o de retroceso, dependiendo de cómo se entienda la libertad religiosa, la tolerancia, la democracia, etc. Y aquí surge la cuestión de saber si nuestra comprensión de los derechos fundamentales debe hacerse depender del modo como una sociedad, en un momento histórico determinado los conciba, o bien, si el significado y alcance de esos derechos no depende necesariamente de esa cuestión contingente y que habría que a echar mano de otros esquemas interpretativos… cosa que se sigue discutiendo…

y en efecto, lo que hizo Calderón fue darle un duro golpe a miles de familias mexicanas que no están organizadas al modo tradicional… nada más falta que diga también que el matrimonio entre homosexuales va contra la naturaleza!