La Hora del Planeta: 28 de marzo 20:30 horas
El próximo 28 de marzo, a las 20:30, tienes una cita con el Planeta para demostrar que la lucha contra el Cambio Climático es posible. Esta iniciativa de WWF involucrará a los gobiernos, ciudadanos y empresas en una acción conjunta para llamar la atención sobre los efectos del calentamiento global. Hasta ahora, más de 1.000 ciudades se han comprometido a apagar las luces de sus edificios más emblemáticos.
Con el objetivo final de comprometer a los gobiernos ante la Conferencia sobre Cambio Climático de Conpenhague (Diciembre 2009), PRISA apoya la iniciativa de WWF que consistirá en un "apagón mundial simbólico" al que ya se han sumado más de 1.000 ciudades, que apagarán a la misma hora edificios y monumentos emblemáticos como muestra de que se puede actuar de manera coordinada. En España, apagarán sus luces la Cibeles, la Puerta de Alcalá, la Alhambra, la Torre Agbar o el Museo Guggenheim de Bilbao, entre otros muchos monumentos y edificios representativos. Además, participan en la campaña diferentes personalidades del mundo de la cultura y el deporte como Nelly Furtado, el Rey de Suecia, el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, Cate Blanchet, Miguel Bosé, Sergio Dalma, Raphael o José Coronado, que pedirán la participación ciudadana.
Aún estamos a tiempo de actuar contra el cambio climático. ¡Colabora!
La hora de la tierra alrededor del mundo
Ya son más de 1.700 ciudades las que se han comprometido en todo el mundo a participar en La Hora del Planeta. Con un el gesto simbólico de apagar las luces de sus principales edificios y monumentos, harán una llamada de atención sobre la importancia de la lucha contra el cambio cliimático.
Un sitio para charlar de política, derecho, filosofía, psicología social y todo lo que se nos vaya ocurriendo
miércoles, 25 de marzo de 2009
lunes, 23 de marzo de 2009
La Iglesia y su sentido de la justicia
Ayer en El Universal fueron publicados dos artículos de opinión que, motivados por algunos sucesos recientes, denuncian no sólo la incapacidad de la iglesia católica para poder adaptarse a una realidad siempre cambiante sino, también, su continuo desprecio hacia la mujer, a su intimidad y a su capacidad para decidir por sí misma.
Por orden del Vaticano, el arzobispo de Olinda y Recife (Brasil) excomulgó a la madre y a los médicos que le practicaron un aborto a una niña de nueve años que, desde que tenía seis, era violada por su padrastro... éste, en cambio, no fue excomulgado porque, según ellos, ese acto -i.e., la violación-, no lo ameritaba.
Ignacio Solares nos recuerda, entre otras cosas, la postura de la iglesia frente al sida: “un hemofílico con sida no puede copular con su esposa en toda su vida, ni siquiera después del climaterio de ella, porque el condón es una forma de contracepción prohibida por Dios. Y si el hemofílico con sida no es capaz de guardar continencia perpetua, es mejor que infecte a su esposa en lugar de recurrir al condón”
Sara Sefchovich denuncia las extrañas y paradójicas formas que tiene la Iglesia católica para hacer justicia en este mundo mostrando esa permanente falta de sensibilidad de esta gran institución hacia las mujeres.
Me parece que estos artículos apuntan a que estamos en presencia de una institución religiosa que, en la práctica, no trata a la mujer como individuos que poseen dignidad en sentido kantiano o como agentes morales, como dijera Rawls, o bien, como sujetos que merecen igual consideración y respeto, como diría Dworkin.
Por eso, sí al aborto y sí a la vida digna. Sí a los anticonceptivos y al derecho a disfrutar de nuestra sexualidad por placer y sólo por placer si así lo deseamos. No a la imposición de valores e ideales de virtud personal a otros individuos que no comparten la misma forma de pensar.
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